9 formas de ayudar a los migrantes/refugiados

 

Sonalys Borregales Blanco | 18 de julio de 2023

¿Cuántas veces has querido ayudar a un migrante o un refugiado y no has sabido cómo hacerlo? Yo he sentido eso, cuando veo las noticias de la gente cruzando por el Darién, los que van en pateras por el Mediterráneo o los que intentan pasar la valla de Melilla. Me he preguntado cómo ser solidaria, cómo apoyar y a veces he pensado que puede ser muy difícil, pero no es así. 

Ahora que soy migrante, entiendo que es muy sencillo ser solidario, los pequeños gestos también son valiosos. Un simple saludo puede ser reconfortante cuando crees estar en el lugar equivocado. Por eso, ahora te dejo acá algunas formas de ayudar a los migrantes o refugiados. Seguro, vas a encontrar más de una que puedan servirte. 

  1. Ayúdalo a integrarse a entender lo desconocido, como sistema de numeración de calles, significado de palabras, cómo funciona la atención médica. De dónde yo vengo las referencias de las direcciones se hacen un poco diferente: "Allá en la esquina, cruzas a la derecha y en seis calles, cuando veas el semáforo, vas a encontrar una casa amarilla..." Así son y pueden volverse casi interminables. Luego llegué a Bogotá y me encontré con un sistema organizado por números de calles y carreras, con pares e impares dependiendo del lado de la calle en la que esté el edificio... ¡No entendía nada! Por supuesto, más de una vez terminé dando vueltas sobre mi propio eje tratando de entender. Acá hubo gente que se dedicó a caminar las calles conmigo, a explicarme con paciencia y mucha disposición. Eso es ser solidario. 

  2. Pon a disposición tu tiempo. Son muchas las cosas que uno quiere saber cuando llega a un lugar desconocido. Las preguntas se van acumulando si no tienes a quien pedirle ayuda. Quizá es posible que conozcas a algún migrante o refugiado y puedas ofrecerle tu tiempo para aclararles sus dudas. Date también la oportunidad de conocerlo y quizá hasta se vuelvan amigos. 
  3. Dona algunas cosas. ¡No, esas botas rotas no! Aunque te sientas tentado, no regales lo que no sirve, lo que vas a botar porque está en mal estado. Me parece importante recordar que independientemente de la situación en la que se encuentren esas personas hay que respetar su dignidad y ofrecerles desperdicios no es muy amable.  

  4. Evita comentarios como: “nos van a quitar el trabajo”, “ojalá se vayan todos pronto”. No hagas eso jamás, evita los prejuicios. Lean lo que me pasó una vez

  5. Siente empatía, ser migrante es muy común, puede pasarle a cualquiera. Ponte en su lugar porque la mayoría de las veces un migrante o un refugiado no la está pasando del todo bien. También puede que te pase a ti algún día. 

  6. Comparte con él historias de sus países, a veces escuchar esos relatos ayuda a revivir buenos momentos y calmar ansiedades. A mí me gusta mucho esto, disfruto escuchar las anécdotas de las personas que viven y han nacido en este país. Así entendí que no somos tan diferentes. 

  7. Ofrece trabajo a migrantes, con igual de condiciones laborales que a los nacionales, respetando sus derechos. Ayúdalos a conseguir un trabajo digno, no lo explotes o maltrates con la excusa de que estás ayudándolo.

  8. Defiende los derechos humanos de cualquier persona, sin distinciones de ningún tipo, incluida su nacionalidad. No vale pedir justicia para unos y para otros no, no vale querer que se establezcan categorías en las que unos sean más valiosos que otros. 

  9. Trátalos como quisieras que te trataran a ti dondequiera que estés. Todos somos humanos y queremos sentirnos protegidos, queremos tener una casita donde pasar nuestros días, queremos comer bien, queremos tener atención médica de calidad, educación, pero sobre todo queremos ser respetados.


PD: Piensa un poco en los demás, de vez en cuando no hace daño. 


Fotografía de Pixabay

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